¿DRÁCULA, DRACUL, VLAD? ¡BAH...!

 

Todos conocemos a Drácula, pero el que tenemos aquí se correrá al costado de su historia original para habitar pequeñas situaciones. Drácula es protagonista y testigo, es víctima y victimario, es tierno y es cruel.

Sin textos que sirvan como diálogo o hilo narrativo, este libro es una muestra perfecta de historieta sin palabras. Cada viñeta es una lección de sinestesia: todos nuestros sentidos se estimulan a través del ojo. Gracias al color, la composición, las expresiones, la fluidez narrativa, todo (se) construye en nuestra imaginación: un traqueteo de carroza, olor a alcohol, el viento frío pasando entre las hojas de un bosque solitario y húmedo.